Un zoom a las remesas en Latinoamérica

No es un secreto que las remesas en Latinoamérica y el Caribe son un tren que acelera cada vez más, pues “tienen un efecto directo en la vida de mil millones de personas, es decir, una de cada siete personas en el mundo” y la región latinoamericana no escapa de esa realidad.

Por Sandra Madiedo Ruiz

De acuerdo con la Estrella de Panamá, “para finales de 2022, se espera que los flujos de remesas a los países de ingresos bajos y medianos (LMIC, por sus siglas en inglés) aumenten un 4,2% hasta alcanzar los $630.000 millones, lo que implicaría que los flujos de remesas a los LMIC, excluida China, son mayores que la inversión extranjera directa y las transacciones de ayuda oficial”.

Según la publicación, en 2018, “los flujos de remesas familiares a América Latina y el Caribe sumaban más de USD $91.050 millones. En Haití representaron más del 30% del producto interno bruto (PIB); El Salvador y Honduras figuran en torno al 20%, y en Jamaica, Guatemala y Nicaragua aportaron más del 10% del PIB”.

En este 2022, “las remesas ya inyectaron más de US$50.000 millones a la economía” de la región, lo cual indica que “la fortaleza del dólar ha dinamizado el envío de remesas por parte de trabajadores migrantes hacia sus países de origen y siguen dando un oxígeno a las diferentes economías de América Latina, en medio de las presiones inflacionarias y un aumento de las tasas de interés continuo por parte de los bancos centrales”, según informaciones de Bloomberg Línea.

“Estados Unidos es la mayor fuente de remesas para Latinoamérica, por lo que los envíos de dinero están ligados a la economía estadounidense. La economía en Estados Unidos tiene un impacto directo sobre las remesas, porque a mayores oportunidades de empleo en Estados Unidos o a mayor crecimiento, nosotros vemos que hay una relación directa en el envío de las remesas", dijo a CNN Godínez Reyes, director para las Américas de WorldRemit.

Otras cifras de la Estrella de Panamá, “aproximadamente el 75% de las remesas aceptadas se destina a cubrir necesidades básicas de los hogares que las reciben como alimentación, salud y vivienda. Asimismo, potencian el crecimiento económico, agregando efectos multiplicadores en las áreas donde son invertidas, convirtiéndose en actividades generadoras de ingresos”.

En el caso de República Dominicana, “registra un promedio de 1.3 millones de transacciones de dinero de una persona a otra al mes y más del 80 por ciento de tales transferencias se originan en los Estados Unidos, lo que refleja un mayor valor enviado con relación a la población migrante”.

Mientras otros países como “en junio llegaron US$1.666,2 millones y de esa manera durante el primer semestre del año el país reportó el ingreso de US$8.711,4 millones, según el Banco de Guatemala (Banguat)” y “Honduras también se destaca en la recepción de este tipo de transferencias, marcando entre enero y junio de este año US$4.175,6 millones, un aumento del 19,9% frente al mismo período de 2021, con cifras del Banco Central (BCH). Este país recibió en el primer semestre de este año US$692,5 millones más que lo captado en los primeros seis meses de 2021”, según Bloomberg Línea .

Es por ello que la Fundación HERGAR unida al CEF.- Santo Domingo y la Universidad UDIMA  se ofrecen varias formaciones relacionadas con las remesas y cómo estas se vuelven imprescindibles para el desarrollo e inyección de los países.

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