República Dominicana se reactiva: presidente Abinader da fin a medidas restrictivas por pandemia

Desde que República Dominicana participó como país socio estratégico durante la pasada Feria Internacional de Turismo (Fitur), se respiraba reactivación tanto de la industria turística como motor como de la economía dominicana en sentido general.

Por Sandra Madiedo Ruiz

Recientemente, el presidente de ese país, el presidente Luis Abinader, ha dado por concluidas las medidas restrictivas debido a la pandemia de la COVID-19, y explicó en transmisión nacional que “después de esta larga batalla, comenzamos a recuperar la libertad. El país merece y necesita una recuperación emocional y dejar atrás las medidas que tuvimos que imponer para un tiempo que ya es pasado”, destaca la Revista Mercado.

Entre las medidas que cesan figuran son “el uso de la mascarilla, presentación de tarjeta de vacunación y restricciones en espacios públicos”. Sin embargo, el presidente de ese país, aclamó a la responsabilidad individual y “agradeció a las enfermeras, médicos y a todo el personal de salud, militares, empresarios, policías y a los millones de dominicanos que cumplieron las medidas y acudieron a vacunarse”.

Para República Dominicana la reactivación económica es vital, y en especial, la industria turística, que es un renglón fundamental, pues David Collado Morales, ministro de Turismo de ese país, ha explicado que “el sector de los viajes aporta el 15% del PIB dominicano y genera 899.000 empleos directos e indirectos”.

Es por ello que desde el Grupo Educativo CEF.- UDIMA, vinculado a la Fundación HERGAR,  se busca con la Maestría en Dirección y Administración de Empresas (MBA) dotar de las mejores herramientas a egresados que contribuyan al desarrollo, evolución y escala de las empresas en República Dominicana.

Para ello, cuenta con “un elemento diferencial de este programa es el enfoque eminentemente práctico de los contenidos, tanto por el hecho de que los profesores sean en su inmensa mayoría directivos de empresas que hablan desde su experiencia personal, como por la formación intensiva en las famosas habilidades blandas: un directivo del siglo XXI tiene que ser capaz de realizar presentaciones efectivas, de negociar, de tomar decisiones bajo presión”.