¿Cuáles son las principales competencias que debe desarrollar la directora o director de un centro educativo?

La resiliencia ha sido una habilidad que con la crisis de la COVID-19 tanto personas como directivos han tenido que poner en marcha. Los centros educativos, como varias áreas de la sociedad, tuvieron que hacer frente y readaptarse.

Por Sandra Madiedo

“Desde el ámbito de la dirección educativa se hizo necesaria una flexibilización de las directrices establecidas para que los profesores y los estudiantes pudieran continuar con el proceso de enseñanza y aprendizaje”.

Así comenta el profesor José Javier Moya Arroyo, coordinador del Máster Universitario en Dirección y Gestión de Centros Educativos de la Universidad a Distancia de Madrid, UDIMA, universidad vinculada a la Fundación HERGAR. Agrega que entre los desafíos que ha supuesto la pandemia a la hora de liderar un centro educativo, se encuentran “en las infraestructuras de los centros y en la formación del profesorado en el uso de las herramientas tecnológicas”.

Por lo que, “de cualquier modo, son innumerables los esfuerzos que ha realizado el personal docente y los estudiantes para adaptarse a una metodología que era desconocida en muchos casos. Esto ha supuesto un cambio en su mentalidad. Probablemente, los primeros momentos fueron causantes de miedo y desconcierto, afectando al rendimiento académico, a la didáctica de las asignaturas y al bienestar emocional de todos los miembros de la comunidad educativa”.

Los docentes también han tenido que teletrabajar durante esta pandemia, ¿será una modalidad que pueda seguir empleándose en los centros educativos o podría ser combinada con la enseñanza presencial?

En el caso de la UDIMA, explica el profesor Moya, "ha resultado sencillo porque la metodología de la UDIMA se encuentra adaptada a la enseñanza online. Esto ha supuesto una importante ventaja respecto a otros sistemas de enseñanza y aprendizaje basados en la presencia de estudiantes en un aula convencional".

La presencia de esta modalidad vendrá condicionada por las características del centro educativo, el plan de estudios, la etapa educativa, la formación del profesorado en el uso de las nuevas tecnologías, los recursos económicos que disponga el centro, etc.

Para los profesores resultó sencillo porque trabajan permanentemente con herramientas tecnológicas aplicadas a la educación y a la investigación. Además, reciben formación constantemente en este sentido, lo que les permite estar al tanto de las innovaciones que se producen en este terreno.

¿Cómo generar desde la dirección, estrategias para fomentar el empleo de la tecnología educativa?

Las principales estrategias deberían estar focalizadas en fomentar la capacitación del profesorado en el funcionamiento y conocimiento de la tecnología educativa. Así mismo, sería necesario desarrollar habilidades relacionadas con el pensamiento tecnológico.

Este consiste, básicamente, en la habilidad que tienen las personas para pensar y solucionar un problema determinado a través del uso de técnicas y procedimientos propios de la tecnología.

¿Qué competencias debe desarrollar un profesional para ejercer en este puesto directivo? ¿Por qué los directivos deben trabajar en las soft skills?

Realmente, las respuestas a estas preguntas se condensan en una sola porque ambos planteamientos se encuentran estrechamente relacionados entre sí.

Las principales competencias que debe desarrollar el director o la directora de un centro educativo son disponer de la capacidad para analizar la realidad educativa, así como saber interpretar adecuadamente su legislación y tener una visión de futuro.

También ejercer sus funciones desde el paradigma del liderazgo democrático, entrenar y desarrollar las habilidades lingüísticas, tan necesarias para la transmisión de conocimiento. Empatizar con los miembros de la comunidad educativa y muy especialmente con los profesores, los estudiantes y las familias.

Ejercer la acción directiva con firmeza y flexibilidad porque ambas cualidades resultan imprescindibles para el buen funcionamiento de un centro educativo. En último término, saber reflexionar sobre las experiencias educativas que se producen en el centro educativo para actuar de manera constructiva y efectiva en la toma de decisiones.

¿Cómo promover la innovación y la calidad dentro del sistema educativo?

La mejor forma de promover la innovación y la calidad del sistema educativo sería facilitando e incrementado la participación de los agentes sociales en los procesos de enseñanza y aprendizaje. Así mismo, sería importante incrementar los recursos humanos y económicos de los centros, así como asegurar y supervisar un correcto aprovechamiento de los que disponen.

¿Cómo contribuye el Máster en Dirección y Gestión de Centros Educativos a preparar o perfilar profesionales listos para dirigir?

La formación del estudiante del Máster de Dirección y Gestión de Centros Educativos es progresiva. A medida que avanza en sus estudios, aprenden todas las funciones necesarias para el ejercicio de la dirección y gestión educativa.

Destacan, principalmente: el conocimiento del marco legislativo, la organización y funcionamiento del centro, la gestión de los recursos humanos y materiales; las principales políticas educativas, la evaluación y la calidad de los centros educativos; la gestión presupuestaria y, finalmente, el estudio de marketing aplicado a los centros educativos. Todas estas funciones resultan imprescindibles para un adecuado ejercicio profesional.

Desde un plano meramente subjetivo, es importante que el estudiante que ingrese en este máster de la UDIMA, tenga vocación por la acción directiva y se perciba así mismo como un agente transformador de la sociedad, promoviendo valores intrínsecos a la propia naturaleza humana como la cultura del esfuerzo, la justicia y la igualdad.

Todos estos aspectos contribuyen a formar mejores profesionales en el ámbito de la dirección educativa.