El mercado laboral de Latinoamérica estará rodeado de incertidumbre para este 2023 y se encamina al estancamiento, pese a la reducción de la tasa de desocupación con respecto a la etapa prepandemica.
Por Sandra Madiedo Ruiz
Los especialistas de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) auguran un año “altamente complejo y cargado de incertidumbre” para la región, por diversos factores que inciden en el empleo y las economías de los países.
Las informaciones apuntan a un “escaso dinamismo” económico que provocará estancamiento en la generación de nuevas ofertas laborales.
La Directora regional de la OIT para América Latina y el Caribe, Claudia Coenjaerts, llamó a implementar de forma urgente “diferentes tipos de políticas que contribuyan a la creación de empleo formal y al sostenimiento de los ingresos laborales”.
Este estancamiento se produciría pese a la disminución de la tasa de desocupación con respecto a 2019 -antes de la pandemia-, si se compara con el cierre de 2022, pues Latam pasó de 8 % hace tres años a concluir el año con un 7.2%.
La recuperación del empleo en 2022 fue más intensa entre mujeres que entre hombres, y entre jóvenes más que en los adultos, según una nota de EFE replicada por Forbes.
Pero, pese a esta “recuperación”, Latam no puede escapar del alza de los precios y el efecto de la guerra en Ucrania, que empujaría a un escenario en el que se incrementaría el trabajo informal.
De hecho, la propia OIT señaló en septiembre pasado que entre el 50 y el 80% de los empleos recuperados en 2022 eran bajo condiciones de informalidad.
Desde entonces, la organización avisaba que es “crucial que los países pongan en marcha una combinación de políticas para enfrentar el deterioro de los mercados laborales. La pérdida de ingresos laborales da origen al fenómeno del trabajador pobre”.
Los números de aparente mejoría no impiden que América Latina se encamine a una situación caracterizada por “escaso dinamismo” y se espera que la desocupación se sitúe en el rango de 7,2 a 7,5 % en 2023.
A esta situación se suma que el un 70% de los empleos generados entre 2020 y 2021 en LATAM son informales lo cual impacta en que “en 2021 son las ocupaciones informales las que están liderando la recuperación parcial del empleo y que se trata de empleos que generalmente son inestables, con bajos salarios, sin protección social ni derechos”, ya que la clasificación de qué es un empleo informal la ofrece la propia entidad y detalla que “incluye todo trabajo remunerado (p.ej. tanto autoempleo como empleo asalariado) que no está registrado, regulado o protegido por marcos legales o normativos, así como también trabajo no remunerado llevado a cabo en una empresa generadora de ingresos. Los trabajadores informales no cuentan con contratos de empleo seguros, prestaciones laborales, protección social o representación de los trabajadores”.
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