Un 70% de los empleos generados entre 2020 y 2021 son informales en LATAM, según el reporte ofrecido por la Organización Internacional del Trabajo (OIT). De acuerdo con Vinícius Pinheiro, director de OIT para América Latina y el Caribe, “no se están generando ni la cantidad ni la calidad de los empleos que requiere esta región para hacer frente a las secuelas de una crisis sin precedentes. El panorama laboral es complejo y plantea desafíos de grandes magnitudes”.
Dicha situación hace que “en 2021 son las ocupaciones informales las que están liderando la recuperación parcial del empleo y que se trata de empleos que generalmente son inestables, con bajos salarios, sin protección social ni derechos”, ya que la clasificación de qué es un empleo informal la ofrece la propia entidad y detalla que “incluye todo trabajo remunerado (p.ej. tanto autoempleo como empleo asalariado) que no está registrado, regulado o protegido por marcos legales o normativos, así como también trabajo no remunerado llevado a cabo en una empresa generadora de ingresos. Los trabajadores informales no cuentan con contratos de empleo seguros, prestaciones laborales, protección social o representación de los trabajadores”.
Vinícius Pinheiro destacó, a su vez, que “la estrecha vinculación entre informalidad laboral, bajos ingresos y desigualdad se ha hecho aún más evidente en este contexto”, una situación que se agrava en contexto de pandemia y crisis, ya que “alrededor de 26 millones de personas en la región perdieron sus puestos de trabajo durante 2020”, lo cual representó que “América Latina y el Caribe ha sido la región con mayor contracción en las horas de trabajo en todo el mundo, con una pérdida estimada del orden del 16,2 por ciento durante 2020 en comparación con 2019. Esta cifra casi duplica la estimada a nivel mundial, 8,8 por ciento”.
¿Cuáles son algunas de las claves para entender este contexto? El reporte “Empleo e informalidad en América Latina y el Caribe: una recuperación insuficiente y desigualdad detalla que “son diversos los factores pueden dar cuenta de este comportamiento. Por un lado, la mayor tasa de informalidad que exhiben algunos sectores productivos que debieron parar sus actividades por no haber quedado comprendidos entre los esenciales”.
Y se debe sumar “la mayor facilidad para interrumpir una relación asalariada informal y a la mayor incidencia de este tipo de ocupaciones en empresas más pequeñas, a las cuales les resulta más difícil soportar períodos extensos sin actividad”.
Entre los países que encabezan la lista con más empleo informal se encuentran Colombia, México, Brasil y, desde el Caribe, República Dominicana.
En República Dominicana de acuerdo con la Encuesta Nacional Continua de Fuerza de Trabajo (ENCFT) se detalla que la disminución mayor de fuerza de trabajo se aglutinó en el sector formal, lo cual destaca que “la tasa de informalidad total se elevó conforme avanzó la pandemia durante el año 2020, y se aplicaron las medidas para evitar la propagación del COVID-19”, refiere la revista Mercado.
Desde el Centro Educativo CEF.- Santo Domingo, institución docente vinculante a la Fundación Hergar, se trabaja en la dupla academia-empresa con el propósito de no solo preparar mejores profesionales, sino ofrecerles desde las prácticas la posibilidad de que se inserten en el mercado laboral.
La licenciatura en Empresa, Tecnología y Emprendimiento tiene el propósito de que los egresados adquieran “un alto grado de especialización en el ámbito de la dirección y gestión de organizaciones en los entornos globalizados y tremendamente inciertos del siglo XXI. También tendrán una ventaja comparativa respecto otros grados más tradicionales, por la diversidad de contenido vinculados a múltiples áreas relevantes y de actualidad que contribuyen a un sin número de posibilidades que ofrece la tecnología para la gestión de las empresas de la cuarta generación”.