Si bien el pasado año se esperaba que LATAM, la CEPAL hacía el pronóstico de que la región decreciera en 2,1%, para este 2023, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) vaticina un incremento en el Producto Interno Bruto regional del 1%.
Por Sandra Madiedo Ruiz
El pasado año en el reporte Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe 2021 se detallaba cómo “en el contexto de los países de la región, la coyuntura macroeconómica también se volverá más incierta y compleja en 2022, con un crecimiento económico y una recuperación del empleo más lenta de lo anticipado, mayores presiones inflacionarias y una elevada volatilidad cambiaria, que se sumarán a los bajos niveles de inversión y productividad, y los altos niveles de informalidad, desigualdad y pobreza”.
Por lo que aún está latente muchas de las dificultades de la región y por ello el BID pronostica varios riesgos que vaticinan la caída de hasta 1.5 %. Entre ellas, “la evolución del Covid-19 en China y sus posibles consecuencias; la guerra en Ucrania y la evolución económica de Estados Unidos”, según la Revista Mercado.
“Para los desafíos de desarrollo de nuestros países es muy bajo. Tenemos que hacer esfuerzos en temas como la productividad para generar empleo y crecimiento. Las altas tasas, el crecimiento estancado a nivel mundial y los altos niveles de deuda explican la previsión”, Eric Parrado, economista en jefe del BID explicó.
El reporte del BID también va hacia entender “que los países de América Latina y el Caribe necesitan abordar un triple desafío, tres retos macroeconómicos complejos e interconectados, para alcanzar las aspiraciones de desarrollo y bienestar de sus poblaciones”.
Además, de “un reto social, para combatir la pobreza y la desigualdad, problemas agravados por la elevada inflación. Un reto fiscal, de reducir una deuda pública que ha superado el 70% del producto interior bruto (PIB). Y un reto, de crecimiento”.
“La productividad está aumentando a paso lento, y, en consecuencia, el crecimiento económico a largo plazo, que se estima actualmente en solo el 2%, no es suficiente para alcanzar los objetivos de desarrollo de la mayoría de los países de la región”, asegura el BID.
¿Afecta la caída del Silicon Bank a LATAM?
Tras la caída del Silicon Bank, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), LATAM también preocupa y por ello, Parrado ha detallado que “de momento estamos viendo un par de semanas de nerviosismo financiero, pero hay que plantear que esta crisis bancaria de algunos bancos es muy distinta a lo que vivimos en 2008 y 2009. El problema fuente es distinto. En 2008 y 2009 estamos hablando de la crisis subprime, relacionada con las hipotecas en muchas partes del mundo, mientras que ahora estamos hablando más de una crisis de confianza en algunos bancos”.
Es por ello que de acuerdo con el titular, Parrado explica que “el sistema bancario ha sido parte de la solución y no del problema. Los bancos están mejor capitalizados, son más líquidos, con tasas de morosidad bajas y resiliencia para afrontar los shocks”, apunta la Revista Mercado.
De acuerdo con Foco, “la exposición de los bancos en América Latina a pérdidas de valor de mercado no realizadas (bonos hold to maturity) en sus carteras de bonos es manejable. Muchos invierten su liquidez en bonos soberanos y en notas del banco central a tasas variables, generalmente vinculados a la inflación. Por tanto, el riesgo de la tasa de interés tiende a estar contenido, explicaron los analistas de S&P”
Destacaron que “los bancos de la región suelen utilizar coberturas para este riesgo, principalmente porque las economías en América Latina tienden a ser “muy volátiles”. Por ello, los bancos de la región suelen estar menos expuestos a este tipo de riesgo, especialmente aquellos que operan en economías con mayor exposición a la volatilidad”.
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