11 años para recuperar el aprendizaje perdido en edades tempranas

Debido a la pandemia de la COVID-19, las escuelas, negocios gastronómicos, centros laborales y otras empresas debieron cerrar para parar el contagio de la enfermedad. No obstante, la vida se trasladó al ecosistema digital y buena parte de ella, fue posible gracias a las Tecnologías de la Información y las Telecomunicaciones (TICs) que hizo que las clases continuaran mediante plataformas educativas o que mediante Zoom u otras herramientas fuera posible seguir el trabajo.

Por Sandra Madiedo Ruiz

Con la recuperación y el avance de la vacunación en diversos países, pronto volver a clases u oficinas es cada vez más rápido; sin embargo, harán “falta 11 años para recuperar el aprendizaje perdido” en las edades tempranas, de acuerdo con el Informe Efectos en la Educación Iberoamericana: un año después de la COVID-19.

Silvia Prieto, directora de Innovación de la Universidad a Distancia de Madrid, UDIMA, institución docente vinculante a la Fundación HERGAR y experta en Tecnología Educativa, explica el reto que tienen los centros educativos y los docentes ante el binomio entre pedagogía y tecnología, ya que con “la modalidad semipresencial, el uso de la tecnología flexibiliza la formación presencial”,

Agrega que “en esta modalidad, por un lado, el estudiante gana autonomía y libertad a la hora de aprender y, por otro, permite diversificar las metodologías que se usan en la enseñanza tradicional con las del e-learning, dando con la combinación de actividades presenciales (clases cara a cara, laboratorios, estudios de campo), y de actividades en línea (chats, encuentros virtuales, grupos de trabajo online)”.

Sobre este tema, la UDIMA, cuenta con el Máster Universitario en Tecnología Educativa que ofrece la posibilidad de especialización a docentes para que “estén en constante actualización que permiten adquirir una base que fomenta la originalidad en el desarrollo y en la aplicación de ideas ligadas a la práctica docente con TIC”.