Disminuir la mortalidad neonatal y mejorar los servicios de salud pública son parte de los objetivos de una alianza entre varias instituciones que permitió el surgimiento de un Plan de Aceleración para la Reducción de la Mortalidad Neonatal en República Dominicana.
Solo en el trimestre de enero a marzo de 2023, el país presentó una tasa nacional de mortalidad neonatal de 17.4 %, algo menor que la del 2022, cuando la cifra fue de 20.6%. Pero, pese a la reducción, las autoridades trazaron una hora de ruta para mantener esa disminución.
A principios de este mes, se anunciaba la presentación del Plan de Aceleración para la Reducción de la Mortalidad Neonatal que involucraba el esfuerzo de diversas instituciones, como el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MISPAS) y el Servicio Nacional de Salud (SNS), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), la Organización Panamericana de la Salud-Centro Latinoamericano de Perinatología (OPS-CLAP), el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), doctores del Hospital Universitario Miguel Servet-Zaragoza de España y la Fundación Dominicana para la Madre y el Niño (DOFMI).
El propósito es que, para el año 2024, Dominicana logre la reducción de la mortalidad neonatal en un 25% con relación al pasado 2022, después de que el año pasado lograron bajar la materna.
“Somos conscientes de que nuestra prioridad para 2023 es la reducción de la mortalidad neonatal. Tenemos el compromiso de promover un cambio positivo y radical en la entrega de los servicios de la Red Pública, con el objetivo de ofrecer una asistencia con calidad y humanizada a las madres y recién nacidos”, dijo Mario Lama, director ejecutivo del Servicio Nacional de Salud.
Según UNICEF, este plan se pondrá en marcha en los siguientes hospitales: Materno Infantil San Lorenzo de Los Mina, Universitario Nuestra Señora de La Altagracia y Reynaldo Almánzar, de Santo Domingo; Renée Klang de Guzmán, de Santiago; Hospital Jaime Mota, de Barahona; Alejandro Cabral, en San Juan de la Maguana; Morillo King, de La Vega; Juan Pablo Pina, en San Cristóbal; Ricardo Limardo, de Puerto Plata y La Altagracia, de Higüey.
“Nuestro presidente, Luis Abinader, está determinado en invertir lo que sea necesario para disminuir las muertes maternas e infantiles en el país, y ha instruido a que se tomen las medidas para evitar las muertes de los recién nacidos, garantizando calidad en la atención”, añadió el viceministro Eladio Pérez.
UNICEF señalaba en 2021 que, pese a que República Dominicana era entonces un país con ingreso medio alto y una elevada cobertura de control prenatal (98.9%) y de parto institucional (97.5%), por esas fechas, la mortalidad neonatal estimada de 19.4 por 1,000 nacidos vivos era superior a la media de Latinoamérica.
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