Costa Rica pudiera sumarse a la producción de biometano, un combustible limpio y alternativo obtenido a partir de desechos, el cual se postula como solución para una economía más sostenible.
El Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) aprobó una cooperación técnica por US$150,000 dólares, con el objetivo de hacer estudios que determinen la viabilidad de producir biometano en esa nación centroamericana.
“Esta asistencia técnica viene a respaldar los esfuerzos del país en la transición a formas de transporte más limpio, el biometano cambiaría drásticamente el estado de desarrollo y contribución de los biocombustibles en Costa Rica, aportando a su política energética, disminuyendo la emisión de gases de efecto invernadero, y apoyando el fortalecimiento de encadenamientos productivos en el sector agrícola”, señaló el presidente ejecutivo del BCIE, Dante Mossi.
El biometano se presenta como un combustible alternativo ideal para lo que se denomina “economía circular”, pues se obtiene a partir de la degradación de residuos orgánicos y contribuye con objetivos como la transición energética y la descarbonización de la energía.
En el caso específico de Costa Rica, el Banco Centroamericano de Integración Económica detalla que, en una primera etapa, el propósito es determinar la oferta y disponibilidad de residuos de la piña para la generación de este gas renovable.
En este estudio, se realizarán consultorías especializadas que valorarán integralmente la oferta y disponibilidad de residuos en el proceso de producción de la fruta, que “permitan establecer procesos de producción a través del procesamiento y la biodigestión”.
“De resultar exitosa la primera etapa, la cooperación también contempla una segunda etapa que incluiría la valoración de escenarios de costos de producción, la viabilidad económica, y la valoración de modelos de negocios, entre otros, con lo que se espera aportar información precisa y veraz para la toma de decisiones, apoyar al desarrollo de planes ‘pilotos’ de gestión de nuevas cadenas de biocombustibles gaseosos, y con la gestión necesaria de la hoja de ruta que permita a los actores potencialmente involucrados identificarse y trabajar en conjunto”, amplía el BCIE.
El biometano tiene notables usos que lo convierten en una opción viable que puede disminuir el impacto sobre el medio ambiente, al tiempo que encaja con la economía circular, concepto que hace referencia a usar reutilizar y reciclar materiales y productos, en este caso, los propios desechos productivos.
Como detalla Repsol, puede ser inyectado en la red de gas para reemplazar al gas natural; sirve para generar electricidad y calor; permite propulsar vehículos; se puede emplear como materia prima para la producción de hidrógeno renovable; y genera empleo en zonas rurales, al tiempo que potencia la generación de empleos relacionados con los sectores agrícola y ganadero.
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